son un tipo especial de células indiferenciadas, que actúan como nuestro
sistema natural de reparación del cuerpo. Las células madre son las
responsables de formar órganos, tejidos, hueso, cartílago, cabello, piel; se
pueden aplicar por vía intravenosa, intraarticular, intralesional, por lo que
ayudan a reparar los tejidos dañados, para mejorar su funcionamiento. Las
aplicamos para: diabetes, artritis, desgaste articular, lupus, esclerosis
múltiple, Parkinson, Alzheimer, migraña, fatiga crónica, fibromialgia, hernias
de disco, etc.